El marido que invadía la cocina el día Domingo

Sutileza decían tus ojos mientras tu boca no se cansaba de gritarme las peores palabrotas que jamás quise escuchar.
Cuando eso sucedía disimulaba mi vulnerabilidad huyendo a mi cocina. Cocinar y cocinar ¿el plato del día?
Fetuccini con champignones
Claro! Eran tus favoritos, nunca lo entendí, nunca los comimos pero igual te gustaban.
Sacrificar cosas para que los hijos comprendan
¿Te suena a algo?
Pequé, pero por exceso de ternura.
Pequé al no gritarte todo lo que pensaba en su momento

[Rigor y bondad]

Aguanté, pero aguanté demasiado, todo por ser la “esposa ideal” para tus amigotes.
Me cansé de contar falsedades en los té que solía tomar con mis amigas por las tardes
Al diablo!
Tu deberías haber llevado el vino a casa para cenar, no lo hiciste...maldito esposo mío. Eso me hizo explotar y ya no pude aguantar más.
Claro, todo era culpa de ese maldito buffet de abogados que te absorbía. No sé si no te dabas cuenta o lo hacías a propósito. Últimamente me ha dado por pensar que siempre lo supiste, después de todo tan ciego no eras.
Tantas salidas a las casas de mis amigas, tanto té te hicieron sospechar.
La necesidad me obligó a renunciar, me obligó a renunciar a ti, a mi, a los niños y a nuestra casa. No creas que me olvido de la perra, no se cansaba de chillar, pero ese es cuento aparte.

El vino era especial, lo que hacía falta para las noches perfectas que solíamos tener.
¿Por qué no llevaste el vino?
Pasaste por alto el aniversario de nuestro matrimonio!! No creas ni pienses que olvidé que tampoco te acordaste del primer cumple mes, cuando se supone que todo es rosado. Tu memoria era peor que la mía
¿Cómo conseguimos memorizar tantas leyes?
Cosas triviales decías tú

Te demandaré, juro que lo haré.
Me quedaré con los niños y con la casa,
Con la perra quédate tú, después de todo siempre te gustó.Te demandaré, por algo estudié cinco años de derecho.