jueves, diciembre 29, 2005

aii no sé que hacer
Volví y no saben lo feliz que estoy. Ayer fue un día grandioso que me ayudo a semi acabar el año.
Me levanté, corrí a la ducha, todo era nuevo no sabía como debía secarme el pelo para que la nueva chasquilla quedará en su lugar, me costó pero lo logré.
Desayuno en starbucks con las babys. Hubo algunas complicaciones para llegar pero finalmente lo logramos. Las cuatro nenas podían disfrutar de esa infusión color rojo con unos símbolos medios brujos a excepción de alvi que tomo del siempre buen ponderado café.
Después de unas fotos medias raras pero lindas a mano de la fabulosa fotógrafa javi (donde mis cachetes me jugaron una mala pasada) salimos a caminar por Isidora Goyenechea en donde fuimos participes de desencuentros esperados al ritmo de caminantes desorientados.
c.l.a.s.h.! ! Nenas un poco histericas, ese fue el resultado de tal desencuentro que a mi también me duele.
“El” habló y dice que aún cree en nostras, lo lamento pero nosotras ya no creemos en ustedes, una persona con un “saludo pa mi mami” al ritmo de una fiesta algo sordida no es para mi atención y menos un estaciona autos en lugares inadecuados.
Partimos rumbo a la U para “linchar” a ciertos personajes que para variar estaban en otro lugar que precisamente no eran las oficinas.
Fue extraño pisar la U, estaba rodeada de “presencia divina” me imagino que "San Pishi de la Divina Providencia” anduvo rondando por ahí o tal vez era la presencia, más bien omnipresencia de eduardo/roberto.
Nenas algo cansadas era el resultado de tanto caminar y aún faltaba más: patronato, nooooooo!! Pero bueno, todo por frini.
Ya en el metro comenzamos a cuchichear de que “aii tengo hambre” (obviamente con cara y voz de sufrimiento). Fuimos a un lugars árabe guiadas por las voces de la experiencia javi y alvi. Las novatas, osea frini y yo preguntábamos a cada rato “aii ¿falta mucho? hasta que llegamos a uno de los lugares más divertidos del día. Aún recuerdo ese cuadro del niño turco con dos niñas coquetas meneando sus caderas mientras la joven santa lo miraba con cara de pena al más estilo “aii ese baby es mío”.
En la mesa no nos portamos muy bien, entre tanta risa los cosos con nombre raro quedaron deshidratados y la salsa de ajo, gracias a Dios, terminó en el plato.
Después de devolver los millones prestados por frini yo debía marchar al El Golf, mi mamá me esperaría ahí. Nos juntamos, la abrace y le dí ochocientos mil besitos. Después de los exámenes fuimos al copelia, a nuestro copelia a tomar café helado (podrán ver que me pase para comer, pero esto no termina aquí) Mientras alucinábamos con el café helado y la porción extra de galletas la mañosa de yo pedía al gentil mozo un “vaso con agua de la llave” lo siento lindo, no tomo soda.
Yo feliz le contaba a mi mami de mi feliz día y de todo lo que se venía para el año que viene. Pedimos la cuenta y yo aproveche de alegar por los inconscientes de al lado y su “propina” que daba lastima.
Llamé a la kari, en realidad fue solo una llamada perdida, mi presupuesto telefónico es nulo. Quedamos de acuerdo en que nos juntaríamos diez para las siete en el cine arte alameda para por fin ver “Se Arrienda”
Pachi con chasquilla nueva para ser presentada en sociedad, zapatitos dorados y discman (yupii el dolor musical ya pasó) se dirigió por otro camino.
Bajé en micro al cine, más apurada que no sé que cosa volé a la boletería para preguntar si se arrienda ya había comenzado. Para mi sorpresa nuevamente no vería la película, ésta comenzaba a las nueve. Lo sabía, las hormigas asesinas comenzarían a devorar a quienes les faltase amor.

(llamada perdida)
(llamada devuelta)
- alo, kari?!! Aii ¿dónde estás?
- voy a tomar el metro
- aii amigui no te apures que no veremos se arrienda
- entonces juntémonos en el metro U de Chile
- aii no amiga!! Mejor en U Católica, vamos por un café.
- oki loca
- te espero en la boletería

Con la kari nos juntamos, caminamos por Lastarria mientras comentábamos lo rico que son las salidas no organizadas.
Entramos a una tienda donde kari se volvió loca comprando mientras yo me hacía amiga de la niña que atendía.
Ya eran como las ocho y ningún rayo caía para hacerme reaccionar.
Nos sentamos en el mismo emporio, afuera hacía mucho frío, pedí una tetera y pie de limón!! nooo en realidad mi comida da vergüenza.
Adentro no se podía fumar así es que después de terminar le pedí a la kari si podíamos caminar por el forestal. Caminamos hasta llegar a Metales Pesados, miramos la vitrina por largo rato hasta que decidimos entrar.
La kari miraba los libros para su trabajo mientras tanto yo ojeaba los que me llamaban la atención. Hace mucho que no sentía esa necesidad de tomar un libro y terminarlo en poco rato. Eso me paso con “El festín del amor” de Charles Baxter. Tan sólo leí la primera página y logró entusiasmarme, lamentablemente no tenía plata para comprarlo, pero supongo que en algún momento lo haré, espero que sea pronto.
Las horas pasaban, sí así mismo, las horas pasaban y con la kari seguíamos leyendo. Ni cuenta me había dado pero ya estaba sentada en el suelo leyendo!! Súper picante mi actitud pero no me dí ni cuenta. Cuando por fin me digne a mirar la kari estaba pagando y de regalo se llevo la revista plagio, que suerte!!
La puerta de la librería ya estaba semi cerrada, eran las diez y media. Caminamos rápidamente al metro Bellas Artes, a la espera de que me fumara el último cigarro del día me quede mirando a tres niños que conversaban. Mientras bajábamos la escalera le pregunté a la kari si eran gays a lo que me responde un “me parece”. Maldita mi suerte de que me llamen la atención jaja!!
Tomamos el metro y nuestro viaje continuo.

me quedan dos días para decir adíos 2005
t.r.a.n.q.u.i.l.a. n.e.c.e.s.i.d.a.d
tan. solo. me. siento. a. esperar.

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